Cuando por fin baja el telón, el escritor respira tranquilo.
La maquina que lleva dentro, le ordena a borrar y a escribir, como si fuese esa nerviosa postal que envías a la persona que tienes lejos. Cuando baja el telón, se ven las estrellas, e incluso los murciélagos parecen mas relajados. Es ese escritor quien nos intriga, el que me tiene preocupada. Su aroma es a libro nuevo y cuando se contonea se leen palabras en sus ojos. Por suerte nadie sabe habla su idioma aquí.
Sus manos tienen el tacto de los arboles y es tan alto que le cuesta mantenerse en pie, la gente piensa que siempre va ebrio. Pero nunca conoceréis a alguien tan despejado con el aspecto de un insomne, como este señor de ácidas fusiones. Los hombres cultos, lo tachan de no ser profesional, de que su labor no tiene beneficio. Puesto que en sus escritos no habla de nada ¡DE NADA!. No es como esos egocéntricos existencialistas, ¿A quién le importa saber porque existimos y porque soy esta sucia bestia?. No pierde su tiempo en reflejar lo que ve...¿para que sino tenemos los ojos?. Burda poesía chabacana del tres al cuarto que quiere amargar los días de aquel pobre jubilado. No es romántico, porque el amor es intimo, el amor es secreto. No es ....¿a quien le importa? si quieres conocer al escritor querido amigo o amiga...bajad vuestro telón.