Ryden se convirtió en representante de una revolución cultural en los años setenta, gracias a su increíble y clandestino trabajo en los muros de ciudades estadounidenses en el que aparece una fusión vanguardista de héroes y antihéroes. Así comenzó a posicionarse como un nombre a tener en cuenta entre los artistas contemporáneos.

Desde niño provocó el desconcierto de su público, entre los que se contaban sus profesores, quienes al apreciar sus autorretratos con un tercer ojo en mitad de la frente descartaban sus creaciones. Sin embargo, gracias al apoyo de su familia, resistió y hoy es el máximo ícono del Lobrow Art, surrealismo pop que destaca por su propuesta sin pretensiones intelectuales.

Fotografías de insectos, cuadros del Bosco y Goya, libros de los creadores de circos antiguos, fotos antiguas de gente extraña, libros infantiles de ciencia y del espacio, ilustraciones médicas, música de Frank Sinatra y Debussy, Jung y Freud ¡todo está en la cabeza del artista! Y todo lo mezcla escapando a los parámetros normales, para inquietar a su público.

Pese a que muchos lo califican de aterrador, es respetado por la comunidad creativa que valora su innovación sin límites, estructuras y complejos. A ti ¿qué te parece?